Es probable que este año irrumpan nuevas tendencias inesperadas, pero hay ciertas líneas generales que debemos ya tener en cuenta.
Las tendencias de maquillaje van desde la naturalidad o la pura fantasía, nunca un punto intermedio. En los ojos en particular los tonos potentes y los juegos de texturas regresan con mucha fuerza.
Este año las mascaras de pestañas se usaran en todo tipo de colores e incluso con una buena longitud, pero con poco volumen. Es decir, en lugar del efecto abanico, será más natural y definido.
Sin duda los ojos son la zona preferida para añadir un toque de fantasía. Una forma de hacerlo es con los eyeliners geométricos en colores vivos y textura glitter.
3. Sombras glitter vs. efecto resaca
Para las que quieran una mirada glam, llegan las sombras metálicas e iridiscentes. En contraposición, se impone el efecto resaca que apuesta por ahumados con delineados poco estructurados.
El laminado de cejas que tanto furor causó en las últimas temporadas sigue siendo tendencia, aunque un poco más relajando. Por ello, esta temporada se llevarán las cejas ligeramente laminadas, es decir, más naturales.
Fuente: Vogue