- abril 30, 2021
Una de las mayores preocupaciones que suelen tener las personas cuando siguen un plan de pérdida de peso está relacionada con evitar la flacidez y la tan temida “piel colgante”.
Una de las mayores preocupaciones que suelen tener las personas cuando siguen un plan de pérdida de peso está relacionada con evitar la flacidez y la tan temida “piel colgante”.
Lo primero que debes tener en cuenta es que la flacidez se produce cuando hay una degradación de las fibras responsables de dar firmeza y tonicidad a la piel: el colágeno y la elastina.
Esta degradación se puede presentar por diferentes factores como la edad, el sedentarismo, los malos hábitos alimenticios y por supuesto los cambios abruptos de peso (engordar o adelgazar en poco tiempo).
Aunque la flacidez puede aparecer en cualquier zona del cuerpo, es más común en aquellas partes que acumulan mayor cantidad de grasa: los muslos, el abdomen, los brazos y los glúteos, publica el portal Viva mi salud.
Por eso, si estás en un plan para adelgazar, te damos algunos consejos que pueden ayudarte a mitigar esta condición tan molesta, sin embargo debes tener en cuenta que entre más tiempo hayas estado en sobrepeso y mayor sea la cantidad de peso que pierdas, más difícil será evitar la flacidez.
1. Con calma
Como mencionamos con anterioridad, uno de los principales factores que influyen en la flacidez es el hecho de sufrir un cambio abrupto de peso corporal.
Así que si estás siguiendo una dieta o un plan de entrenamiento, es recomendable que vayas con calma para que le des tiempo a tu piel de adaptarse poco a poco a la nueva forma corporal.
2. Realiza ejercicios con pesas
Seguramente habrás escuchado que el mejor ejercicio para quemar grasa y acelerar la pérdida de peso es el cardiovascular. Sin embargo debes tener en cuenta que si solo haces cardio podrás perder, además de grasa, una buena cantidad de masa muscular.
Alternar levantamiento de pesas con cardio te ayudará a fortalecer y acelerar el crecimiento de tus músculos, los cuales mejorarán notablemente la apariencia de la piel y moldearán tu cuerpo.
3. Come alimentos ricos en colágeno
El colágeno es esencial para mantener una piel más saludable y tersa. Sin embargo, con el paso de los años tu cuerpo disminuye su producción y es ahí cuando se hace necesario incluir algunos alimentos ricos en esta proteína.
Algunas opciones de alimentos que contienen colágeno son: caldo de huesos, carnes rojas, carnes blancas y la gelatina. También puedes optar por suplementos de colágeno hidrolizado que consigues en tiendas naturistas.
4. Aumenta el consumo de frutas y vegetales
Las frutas y verduras, aunque no tienen colágeno, sí ayudan a estimular su producción natural en el organismo. Prioriza sobre todo las frutas y vegetales ricos en en azufre (apio, ajo, cebolla, etc…) y en vitamina C (naranja, toronja, pimentón, etc…).
Todos estos alimentos actúan como precursores o estimulantes del colágeno.
5. Evita el azúcar
Dentro de los muchos puntos negativos que tiene el azúcar, se encuentra el hecho de que este “alimento” afecta y daña el colágeno natural de la piel a través de un proceso llamado glicación. De esta forma se acelera el proceso de envejecimiento.
Además, si estás en un plan de pérdida de peso, el azúcar es uno de los primeros elementos que debes eliminar (o reducir significativamente) de tu alimentación.
6. Limita tu exposición al sol
Recibir la luz del sol por unos 15 minutos al día es una buena idea, sin embargo un tiempo mayor de exposición puede ser contraproducente y reducir la producción natural de colágeno y elastina.