El bronzer es el cosmético ideal para tostar la piel del rostro sin ir a la playa. Lo aplicas después del corrector y la base con el fin de iluminar y aportar un resplandor natural. Incluir el producto en la rutina de maquillaje supone buenos efectos y menos riesgos cutáneos.
Estos polvos podés encontrarlos en tonos cálidos y subtonos caramelos, miel, naranjas y rojizos para simular una tez morena sin exposiciones prolongadas al sol, rociar aerosoles o entrar a una sala bronceadora.
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