La piel está expuesta al calor del sol, a la contaminación y a miles de otros factores que pueden dañar severamente su hidratación. Muchas veces, las mujeres no tenemos tiempo durante el día para cuidarla, por ello, es importante recurrir a la segunda opción de tiempo: por las noches.

Es que por las noches es cuando más se debe prestar atención a la piel y dedicarle más tiempo para mantenerla sana, puesto que cuando se duerme la piel descansa, se regenera y todos los procesos de reparación se activan.
¿Cuáles son los cuidados básicos?
1. Limpiar: desmaquillá la piel del rostro (igual aunque no hayas usado maquillaje). Sacá lo que durante el trascurso del día se fue depositando como la polución y la propia grasa que genera la piel. Utilizá un gel limpiador acorde al tipo de piel.
2. Tonificar: tras la limpieza necesitas refrescar, calmar y tonificar la piel. Las pieles más sensibles necesitan un aporte de frescura para calmar la piel. Para las pieles grasas necesitarán un tónico astringente, que además de calmar ayudará a cerrar los poros.
3. Exfoliar: por lo menos una vez por semana o cada quince días dependiendo de cada tipo de piel. La piel grasa requerirá cada semana, incluso dos veces en algunos casos. En cambio, una piel seca o fina, cada quince días o una vez al mes.
4. Hidratar: aplicá la crema hidratante, adecuada a tu piel que ayude a la regeneración y elasticidad. Sólo de esta manera podrás conseguir que la piel se vea bonita y sana. Muchas cremas están especialmente concebidas para ser utilizadas por la noche.