- enero 6, 2015
Aunque no lo creas el mal uso del maquillaje también envejece. Te sugerimos que no abuses del corrector, la máscara de pestaña y otros productos que te detallamos en la nota.
El rostro debe ser maquillado para estar cada vez más lindo y no para que sufra las consecuencias del mal uso de los productos de maquillaje. Detallamos algunos de los errores más comunes que de seguro estas cometiendo:
– Exceso de corrector: es fundamental y salvador para el rostro. Se debe elegir el tono adecuado para cada piel. Si se pone demasiado corrector sólo se logrará resaltar los defectos en lugar de ocultarlos.
– Sombras brillantes: es importante usar sólo de noche, ya que las partículas brillantes acentúan las arrugas y achican la mirada. Siempre es mejor un poco y combinado con sombras mate que suavizan.
– Exagerar con el polvo volátil: luego de unas horas el efecto piel de porcelana del polvo invisible se acumula en las líneas de expresión y la piel termina con efecto pergamino.
– Grumos en las pestañas: resaltar las pestañas es uno de los pilares del buen maquillaje que no es lo mismo que aglutinarlas y provocar un efecto pesado que suma años. Usá solo una capa liviana y un aplicador que separe, curve y alargue.
– Cejas artificiales: las cejas finitas de los noventa no van más y las pobladas hacen ver más jóvenes. Pero a no exagerar con el lápiz. Sólo se debe difuminar con un cepillito para que quede natural.
– Olvidar el retoque: cuanto más fresco se vea el maquillaje, más jóvenes parecerá el rostro. Tené siempre contigo el kit de emergencia especial para retocarnos y no llegar a la noche hechas unas brujas. Máscara, corrector, rubor, brillo y toallitas demaquillantes no pueden faltar.
-Labios oscuros: de adolescentes nos encantaban los labios color bordo, pero resulta que después de los treinta, la paleta del borgoña avejenta. Sí, se usa, pero podes elegir un rojo sangre y un toque de brillo o, mejor todavía, apostar por los rosas y los corales.