- octubre 6, 2014
El efecto moteado de la piel que se evidencia después del bronceado en rostro, escote y manos puede desaparecer mediante técnicas láser y fórmulas despigmentantes
La edad y los problemas de melanina en la piel favorecen la aparición de imperfecciones cutáneas lo que hacen que la piel muestre un efecto maculado, que se percibe especialmente después de la exposición al sol.
Tratamientos con cítricos para regenerar la piel, fórmulas despigmentantes, nutricosmética con pycnogenol (un extracto de corteza de pino), muy apreciado por las mujeres japonesas para aclarar su piel, o tecnología láser son algunas de las posibilidades para corregir las manchas.
Primer diagnóstico
“Realizar un diagnóstico de la piel después de la exposición al sol es imprescindible para estudiar tanto las nuevas manchas aparecidas como el cambio de forma u oscurecimiento de las que ya se tenían”, explica la doctora Adriana Ribé, médico dermatopatóloga y directora de Ribé Clinic.
Un problema que, según explica Ribé, es más frecuente en mujeres jóvenes, pero con el paso del tiempo también afectan a los hombres.
La doctora Carmen Carranza Romero, dermatóloga del Hospital Fundación Jiménez Díaz y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), explica que las manchas de tipo lentigo suelen tener un tratamiento definitivo.
“El tratamiento de los lentigos es sencillo y con una única sesión pueden resolverse en la mayoría de las ocasiones”, y añade que se pueden emplear diversos tratamientos ablativos superficiales como la criocirugía en espray, el peeling y el láser.
Protocolos láser
La doctora Ribé asegura que cada mancha es distinta y necesita un tratamiento específico por lo que apuesta por los protocolos con láser para atajar este problema ya que devuelven a la piel su textura uniforme y sin manchas.
Recomienda el tratamiento con Láser Q-switched o Alejandrita para los lentigos solares, que tienen su origen en la edad o en el exceso de exposición al sol. “La luz del láser destruye las células con un exceso de pigmento sin dañar el tejido circundante”, dice.
La doctora Ribé es una de las pioneras en el uso del Láser Fraxel Dual para el tratamiento del melasma, una mancha de origen hormonal que tiene forma irregular y bordes difusos. “Aparece en el labio, la frente o las mejillas y empeora en verano con la exposición solar”.
Manchas superficiales
Para las manchas superficiales, arrugas finas y cicatrices aconseja el tratamiento con micro-láser-peel ya que elimina las capas más externas de la piel al usar un láser ablativo que desescama la piel con rapidez y la mejoría es apreciable en poco tiempo.
“Los pacientes observan al menos un 50% de mejoría en la elasticidad, textura, color y arrugas finas de la piel”, comenta la doctora.
La dermatóloga Carranza Romero asegura utilizar los productos queratolíticos (de uso tópico) como alfa-hidroxiacidos (ácido glicólico, ácido salicílico…) y retinoides, cada noche son una alternativa “segura y eficaz”.
Además, añade que llevar una vida sana y una dieta equilibrada que incluya la ingesta de verduras y frutas es muy beneficioso para la piel.
Alimentos y piel
Aunque se ha comprobado que los alimentos no tienen relación directa con la aparición de manchas, hay algunos que por un componente especial dan una mayor sensibilidad en la piel al estar expuesta al sol, advierte el doctor Héctor Valdés, especialista en cirugía estética.
“Algunas frutas y plantas contienen propiedades y capacidad para reducir el exceso de pigmentación. Una de las frutas más importantes es la granada que tiene un efecto blanqueante, al igual que las semillas de uva”, comenta.
Un tratamiento facial con té blanco es la propuesta de Bárbara Torres, gerente de Twentynails. Cultivado en la región china de Fujian, este tipo de té contiene una gran cantidad de polifenoles, con una potente capacidad antioxidante.
“Es la mejor manera de acabar con las manchas e imperfecciones de una piel quizás demasiado expuesta al sol este verano”, comenta Torres. EFE/ Inmaculada Tapia.