- mayo 8, 2014
El aroma que deseemos llevar debe de ser correctamente seleccionado, porque será la que actúe como rasgo identificador.
La forma en que huele un perfume cambia de una persona a otra. Influyen en ello muchas cosas: la temperatura de la piel, la cuestión genética, el consumo de medicamentos e inclusive los niveles de estrés de cada persona.
Elegir el perfume adecuado requiere paciencia, análisis y un agudo olfato. Hay que tomarse el tiempo suficiente para hacer una elección afortunada cuando se vaya a comprar un nuevo perfume. Por ello a pesar de ser uno de los regalos más frecuentes pocas veces se acierta si se desconoce la fragancia del homenajeado.
El portal Yung presenta unos consejos que los podés tener en cuenta a la hora de elegir la fragancia que prefieras.
- Primeramente cuando vayas a elegir un perfume, tené en cuenta tus gustos particulares, y luego la armonía entre la fragancia y la epidermis.
- Según la acidez de la piel b sus secreciones -más o menos grasas y absorbentes-, algunos perfumes se evaporan o no se fijan.
- No frotes las muñecas después de la aplicación del perfume porque rompes la fragancia y altera el aroma y su duración.
- La alimentación también influye. Hay que evitar la ingestión de comida muy condimentada. El ajo y la cebolla, por ejemplo, cuyo olor es exudado a través de los poros, hacen que cualquier fragancia que se utilice huela diferente. Las dietas muy bajas en grasas alteran también el aroma y la duración del perfume.
- Cualquier cambio hormonal como el embarazo, la menstruación y las pastillas anticonceptivas modifican el olor de la fragancia cuando ésta interactúa con la química del cuerpo.
- Si fumas, recordá que el tabaco altera la efectividad del perfume, porque la nicotina cambia el olor de la piel y hace que se pierda el aroma original del perfume.
- El perfume se echa a perder con el paso del tiempo, así que es absurdo usarlo sólo en ocasiones especiales. La decoloración, el líquido espeso y la pérdida del aroma son las principales señales de deterioro.
- No guardes el perfume en el baño, porque la humedad y los cambios de temperatura lo perjudican. El mejor lugar para almacenarlo es el frigorífico.
- En épocas de mucho calor aplicá una dosis menor, ya que la sudoración potencia el olor del perfume.