No todos los alisados «definitivos», que en realidad duran unos meses y que se hacen en las peluquerías, son perjudiciales, sino que hay un tipo de alisado en particular que puede resultar nocivo para la salud: el alisado con formol.
A pesar de las advertencias de profesionales de la salud y aunque haya otras opciones para alisarse el pelo, hay peluqueros que siguen usando el alisado definitivo a base de formaldehído (formol) y mujeres que siguen pidiéndolo, sin tener en cuenta que las personas que se exponen a altas concentraciones de esta sustancia tienen más riesgo de padecer de linfoma, leucemia y cáncer de cerebro, según advierte la Sociedad Americana del Cáncer.
Sin llegar tan lejos ni ser tan alarmantes, hay mujeres que después de hacerse este alisado sufren de quemaduras en el cuero cabelludo, dolor de cabeza, irritación en los ojos y en las vías respiratorias y debilitamiento del cabello, pero que, pasada la mala experiencia, siguen insistiendo y vuelven a hacérselo.
Es que la necesidad de hacerlo en un lugar ventilado (¿quién no se lo ha hecho o ha escuchado a una amiga que se lo hizo en la terraza?), el barbijo que se ponen los peluqueros para realizarlo y el hecho de que hay que pasar entre dos o cuatro días sin lavarse el cabello, no intimida a las que descubrieron en el alisado con formol, la solución que esperaron toda su vida para esos rulos rebeldes.
¿Por qué se utilizan aún esos productos?
Pero no todo es culpa del peluquero, también hay productos que, aunque no estén autorizados, circulan con una etiqueta falsa que niega el uso de formol. Por eso los profesionales deben de asesorarse bien acerca de cuáles son los productos autorizados y como clientas hay que pedirle al peluquero que muestre el producto, descartar que usa formol –que también puede figurar en la etiqueta como formalina o solución de formaldehído-, y no aceptar su uso si viene de un envase sin etiqueta, si no está aprobado por la Anmat o si ya está abierto.
¿Cómo diferenciar un alisado a base de formol y uno autorizado?
Para darse una idea, los alisados que usan formol y los convencionales autorizados (hechos a base de tioglicólico, que no poseen formol) reaccionan de distinta manera:
- Los formulados en base al ácido tioglicólico tienen un olor particular, que mucha gente describe como “olor a zorrino”, pero los que tienen formol largan un olor todavía más fuerte que resulta picante, que sofoca y hasta puede ser irritante.
- En cuanto a la técnica, el producto a base de formol se aplica sobre el cabello, mecha por mecha, que luego se alisa con brushing y planchita, sin necesidad de enjuague. El convencional necesita sí o sí de enjuague después de un tiempo de exposición (de 20 a 40 minutos).
- El convencional puede ser usado en interiores con una correcta ventilación, mientras que el que tiene formol exige usarlo con un ventilador cerca o al aire libre.
- Aunque la opción sin formol puede no ser tan “mágica” para los cabellos enrulados como la que sí posee esta sustancia, es la más saludable para el cabello y por supuesto para el bienestar general, por eso conviene elegirla.
- En caso de que haya algún producto que despierte dudas, lo mejor es buscar en la página de la Anmat el listado de los alisadores para el cabello autorizados en el país como para saber si está entre ellos.
Fuente: www.universomujer.com.ar