- octubre 20, 2013
Karnit Flug fue nombrada la nueva presidente del Banco de Israel; por primera vez una mujer ocupará este cargo.
Las mujeres se han hecho en los últimos años con las riendas de una buena parte de la banca israelí, un fenómeno que se vio reforzado este domingo 20 con el nombramiento de Karnit Flug como la primera presidenta del Banco de Israel.
La guinda de esta nueva corriente la pusieron el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y el titular de Finanzas, Yair Lapid, tan sólo unos días después de que el presidente Barack Obama anunciase el nombramiento sin precedentes de otra mujer, Janet Yellen, al frente de la Reserva Federal.
«Estamos convencidos de que Flug seguirá ayudándonos a conducir la economía israelí hacia nuevos éxitos y frente a los trastornos de la economía mundial», dijo el primer ministro en un comunicado.
De 58 años, Flug era hasta ahora la vicepresidenta de la entidad emisora, y aunque el anterior titular, el renombrado Stanley Fischer, la había recomendado como su sustituta, los mandos políticos se mostraron reacios a aceptarla.
El argumento oficial esgrimido: «se requería un candidato de mayor trayectoria internacional».
Hoy, Netanyahu rectificó su juicio inicial y subrayó que estos meses en los que ha representado a Israel ante los foros internacionales «nos ha impresionado el funcionamiento de la doctora Flug al frente del Banco de Israel».
Será la primera vez que esta entidad tenga a una mujer como presidenta, un hecho que deja también atrás la larga saga de fiascos que ha rodeado su nombramiento desde que Fischer dimitió a finales de junio.
Netanyahu y Lapid designaron inicialmente como sustituto a un expresidente de la entidad y miembro de la llamada «escuela de Chicago», Yaacov Frenkel, que tuvo que renunciar antes de entrar de nuevo en funciones por el escándalo alrededor del presunto robo de un traje en el aeropuerto de Hong Kong.
A continuación eligieron al argentino-israelí Leo Leiderman (otro «Chicago»), que hizo lo propio tras descubrir la prensa local que se asesoraba con un astrólogo en cuestiones personales.
Desde entonces, se barajaban tres economistas masculinos, entre ellos el argentino-israelí Mario Blejer.
Con un fuerte apoyo dentro del directorio de la entidad, Flug se reunió el viernes con Netanyahu para ponerle al tanto de la última reunión anual del FMI, la semana pasada, un encuentro en el que «su candidatura volvió a la lista y a lo grande», declaró al diario Maariv una fuente próxima al primer ministro.
Su nombramiento no sólo confirma un cambio generacional en la banca local -hasta hace unos años en manos de un exclusivo grupo de varones de avanzada edad-, sino que también reafirma el creciente predominio de la mujer en este sector.
El jueves, el Bank Discount, tercer banco más grande del país, designó a otra mujer, Lilach Asher-Topilsky, de sólo 43 años, como presidenta y gerente, sumándose así al Leumí -la segunda entidad por beneficios y la primera por activos- y al First International Bank (FIBI), la cuarta entidad.
«Las mujeres pueden hoy tener tanto éxito como los hombres. Su designación al frente de tres de los cinco bancos (privados) más grandes del país es merecida», consideró Liora Ofer, principal accionista del quinto banco del país, el Mizrahi-Tfajot.
La pionera de esta nueva corriente fue la economista Galia Maor, cuyo nombramiento al frente del Leumí en 1995 -en 2012 la sustituyó otra mujer- causó entonces un gran revuelo en el varonil círculo de banqueros israelíes.
La siguiente mujer -Smadar Barber-Tsadik en el FIBI- tendría que esperar hasta 2007, pero desde entonces son cada vez más las entidades que les confían a ellas sus finanzas.