- mayo 20, 2015
El líder de la república rusa de Chechenia, Ramzán Kadírov, ha exigido públicamente a los hombres chechenes que controlen el uso que hacen sus esposas de las redes sociales y de los servicios de mensajería por internet, concretamente la aplicación WhatsApp.
Kadírov hizo este llamamiento durante una reprimenda ante las cámaras de la televisión regional a un grupo de mujeres a las que acusó de criticar por WhatsApp el polémico matrimonio entre una joven de 17 años y un jefe de policía ya casado, de 47 años, amigo personal del jefe chechén.
«No escribáis en WhatsApp», dijo Kadírov a las mujeres para enseguida dirigirse a sus maridos: «Hombres, obligad a vuestras mujeres a abandonar los grupos» de conversación en la popular aplicación.
Cabizbajos, prácticamente inmóviles y con rostro compungido, las mujeres y sus maridos escucharon en absoluto silencio la reprimenda del autoritario líder chechén, mientras eran grabados por las cámaras de televisión, según se puede ver en un vídeo difundido en YouTube.
Kadírov, que manda Chechenia con mano de hierro desde que fue nombrado para el cargo en 2007 por el presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió a los hombres de que difundir informaciones que dañan el honor de otra familia chechena puede acarrearles una «venganza de sangre».
Ya en marzo de este año, el jefe de la república musulmana norcaucásica propuso limitar el acceso de los menores al WhatsApp y aseguró entonces que su mujer e hijos «no entran en las redes sociales, no tienes sus propias cuentas».
Mientras, el escándalo por el matrimonio entre la joven chechena Luisa Goilabíyeva, que cumplió 17 años el pasado primero de mayo, y el policía Nazhud Guchígov, celebrado el pasado sábado en la capital de la república, continúa suscitando reacciones en el resto del territorio de Rusia.
Días antes de la boda, a la que acudió el propio Kadírov, el periódico independiente ruso «Nóvaya Gazeta» denunció que la familia de Goilabíyeva fue amenazada con represalias si su hija Luisa, obligada a contraer el matrimonio, rechazaba la propuesta de Guchígov.
En cambio, Kadírov, conocido defensor de la poligamia, defendió el enlace al asegurar que «los padres dieron su bendición» y que «el amor no sabe de edades».
«Lo haremos todo en estricta consonancia con el Islam y la legislación rusa, aunque en nuestras tradiciones no figura acudir al registro matrimonial», dijo el mandatario chechén.
El matrimonio fue sorprendentemente apoyado por el Defensor del Niño, Pável Astájov, quien reconoció que la ley federal prohíbe los matrimonios a menores de 18 años, pero matizó que las regiones rusas pueden introducir excepciones a la regla.
«En algunas partes, las mujeres ya están arrugadas a los 27 años», escribió Astájov en su Instagram, aunque luego tuvo que pedir disculpas a las rusas por sus palabras. EFE