- abril 27, 2015
La ONU propuso una serie de medidas para transformar las economías y las sociedades con el fin de avanzar en la igualdad del género y superar el fuerte rezago que tienen las mujeres en el mundo laboral.
«Mundialmente, los salarios de las mujeres son un 24 por ciento inferiores a los de los hombres», sostiene ONU Mujeres en un informe presentado hoy en varias ciudades y titulado «Transformar las economías para hacer realidad los derechos».
El documento hace un seguimiento a las políticas públicas tras la IV Conferencia Internacional de la Mujer, que se celebró en Pekín hace veinte años y cuyo principios fueron revisados el mes pasado en una reunión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer.
«A largo plazo, el progreso de las sociedades y las economías está condicionado al pleno aprovechamiento de las aptitudes y capacidades de las mujeres», se dice en el informe, de 337 páginas.
Se recuerda en el documento que, según cifras mundiales, tres de cada cuatro hombres en edad de trabajar forman parte de la población activa, mientras que entre las mujeres la tasa es el 50 por ciento.
La ONU insiste en que, a pesar de los compromisos asumidos en la conferencia de Pekín, existen muchos retrasos en el cumplimiento de las metas, y en algunas situaciones o regiones de hecho se están registrando retrocesos.
En el informe difundido hoy se aborda el entorno económico y laboral en la lucha por la igualdad del género, y se dice, por ejemplo, que a nivel mundial las mujeres obtienen en promedio durante su vida «un ingreso equivalente a la mitad del que perciben los hombres».
«Sin embargo, en todas las regiones las mujeres trabajan más que los hombres: realizan casi dos veces y media la cantidad de trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, y si se combina el trabajo remunerado y el no remunerado, en casi todos los países las mujeres trabajan más horas al día que los hombres».
En el texto se recoge la inseguridad laboral de las mujeres y el hecho de que «la inmensa mayoría de las mujeres sigue trabajando en empleos inseguros e informales», o en negocios familiares en los que no reciben ningún tipo de remuneración.
La ONU propone diez prioridades para hacer frente a la desigualdad de género en el plano económico y laboral, creando «más y mejores empleos para las mujeres», con políticas que estimulen la actividad económica en vez de centrarse en preocupaciones como la inflación.
También propone medidas para reducir la brecha salarial y la calidad de los puestos de trabajo.
«En todo el mundo -dice el informe- las mujeres tienen una presencia desproporcionada en los puestos administrativos y de apoyo (63 por ciento) en comparación con las ocupaciones de gestión (33 por ciento)».
La brecha salarial entre hombres y mujeres es de un 24 por ciento a nivel mundial, pero en Asia meridional llega al 33 por ciento y en regiones desarrolladas es el 23 por ciento, con un 19 por ciento en América Latina y el Caribe.
Para evitarlo, dice ONU Mujeres, es necesario promover la educación, el asesoramiento profesional a las mujeres y elevar las cuotas de representación de mujeres en ocupaciones dominadas por los hombres, incluso en puestos del sector público.
También propone la protección del empleo de las mujeres y reformar los sistemas de pensiones contributivas para reducir las brechas de género en el acceso a las prestaciones.
Menciona, por ejemplo que en países como en España el 97 por ciento de los hombres tienen acceso a una pensión después de jubilarse, mientras que para las mujeres es del 47 por ciento.
En Alemania, en cambio, el índice es del 100 por ciento para ambos sexos, mientras que en Egipto es del 8 por ciento para las mujeres y del 62 por ciento para los hombres.
La agencia de la ONU recalca la necesidad de que hombres y mujeres compartan el trabajo doméstico y se desarrollen políticas públicas para proporcionar mayores servicios de cuidado infantil y de la tercera edad.
Entre las prioridades que fija se encuentra la necesidad de ayudar a las organizaciones de mujeres a exigir sus derechos con el fin de influir en las decisiones de los gobiernos y reforzar la cooperación internacional en ese sentido.
«Las políticas económicas y sociales pueden contribuir a crear economías más fuertes y sociedades más sostenibles desde el punto de vista del género», insiste el informe de ONU Mujeres. EFE