- abril 19, 2013
La candidata a Presidenta de la República por el Movimiento Kuña Pyrenda escribió una aclaración en su perfil de Facebook con el título “Y no, no soy lesbiana” explicando la dificultad de hacerle entender a muchas personas que no se es necesario ser lesbiana para defender el derecho de ellas.
Reproducimos la carta para que la puedas leer el texto completo y nos digas qué opinás:
Hoy, al encontrar un artículo publicado por el periódico francés Le Monde, que me recordó esa respuesta que di al periodista Luis Bareiro en la entrevista que me hiciera en Telefuturo, en el programa “El candidato”, decidí que debo una explicación. Una explicación a mucha gente que vive sus identidades sexuales en la clandestinidad por tanta discriminación que las rodea y que jamás debería verse ante la situación de responder a una pregunta que la exponga. Porque a nadie debería preguntársele, ni nadie debería estar obligado/a a responder sobre su vida sexual. Ni siendo candidato o candidata, si esto no involucra cuestiones de Estado
Y esa podría haber sido mi respuesta a Luis. ¿Por qué entonces no lo fue? En esa pequeña fracción de segundos que se piensa antes de contestar a una pregunta en una entrevista, me dije que quizás responderla con la verdad hiciera comprender algunas cosas a tanta gente que discrimina, que excluye, que detesta y desea que no exista gente no heterosexual; o que si existe, esas personas se escondan, no se muestren, y menos aún, tengan derechos.
Y me sigo diciendo que quizás escuchar a una mujer heterosexual candidata a la presidencia defendiendo derechos de gays, lesbianas, travestis, trans, intersex, les hiciera ver que no hace falta ser sordo/a para entender que la comunicación en lengua de señas es una necesidad para la inclusión de las personas sordas; que no es necesario ser ciego/a para entender que un semáforo con sonidos y unas veredas con senderos adecuados permiten a las personas ciegas ejercer su derecho a la movilidad; y que no es necesario ser lesbiana para entender que si dos mujeres se aman –o dos hombres, o un hombre y una trans- deben tener acceso a un vínculo legal que les permita ejercer sus derechos económicos si así lo deciden.
No es fácil ser diferente en una sociedad en la que se expandió el pensamiento conservador. Pero es mucho más difícil cuando sólo el silencio rodea. Así que, gracias Luis por la pregunta, quizás haya servido para algo!