- julio 8, 2015
Meg Ryan es, desde hace tiempo, una mujer que intenta combatir el paso del tiempo y alejar los signos de la edad del rostro, pero ahora quizá se ha excedido.
La cara angelical de la protagonista de ”Cuando harry encontró a Sally” o “Tienes un e-mail” vuelve a transformarse por obra y gracia de la cirugía estética. Los retoques estéticos de la actriz no han pasado desapercibidos en el desfile de Alta Costura de París de George Chakra, de nuevo el “efecto Zellweger” planea sobre las actrices de Hollywood.
La belleza natural y cándida de Ryan ha dado paso a un rostro excesivamente tratado que no deja que se trasluzca la expresividad que ha hecho a la actriz tan especial.
Uma Thurman
La última distorsión que no llegó a serlo fue la que tuvo como protagonista a Uma Thurman. ”No sé, supongo que a nadie le gustó mi maquillaje. Llevo años y años haciendo esto y la gente dice cosas buenas y cosas malas … Me da igual”, dijo ayer la actriz en declaraciones al programa “Today” de la cadena NBC.
Thurman, de 44 años, había aparecido en la noche del lunes en una alfombra roja en Nueva York para promocionar su próxima miniserie “The Slap” y dejó boquiabiertos a numerosos medios por unos presuntos retoques estéticos e inyecciones de botox que la dejaron “casi irreconocible”, según la opinión de la prensa del sector.
Desde entonces la actriz, considerada en 1993 una de las 50 personas más bellas del mundo según la revista People, ha sido objeto de críticas y burlas en internet por la transformación experimentada en su rostro.
Su maquillador Troy Surratt fue el primero en salir a contar todo fue producto del maquillaje en un intento por acallar las voces que aseguran que la protagonista de “Pulp Fiction” o “Kill Bill” ha pasado por el quirófano.
“La mujer tiene que sentirse libre y abierta a poder experimentar con diferentes ‘looks’ de belleza. Es solo maquillaje, al final del día se lava”, dijo Surratt a People, y aseguró que ese día recreó un look para Thurman que llamó “effortless Parisienne chic” (chic parisino natural).
Maquillaje traicionero
“Preparé la piel de Uma dándole un masaje con crema de La Mer y le apliqué una base resplandeciente usando una brocha especial para un look super natural”, añadió Surratt, quien aseguró estar cansado del look pestañas postizas en las alfombras rojas.
A Thurman le ocurre lo mismo que ya le pasó a Renée Zellweger, de 45 años, en octubre de 2014.
La actriz de la saga “Bridget Jones” causó revuelo tras una gala en Los Ángeles donde dejó ver su “nueva cara” fruto de una vida “diferente, sana y feliz”, explicó ella tras el aluvión de comentarios.
Zellweger no admitió cirugías aunque medios como CNN aseguraron que la intérprete pasó por el quirófano para pulir su rostro y quitarse de encima unas arrugas.
El imperio del bótox
El deseo de aparentar menos años puede llegar a ser una obsesión en Hollywood, donde se tiende a encumbrar a las mujeres de menos de 30 años y convertirlas en símbolos de belleza y éxito para después reemplazarlas por otras más jóvenes.
Un sistema que lleva a numerosas actrices a intentar frenar el paso del tiempo con inyecciones de botox, una toxina que paraliza los músculos y suaviza los rasgos de expresión, y probar todo tipo de tratamientos -incluidos quirúrgicos-, así como variopintas dietas con el objetivo de competir con las recién llegadas y mantener su estatus.
Nicole Kidman, Sandra Bullock, Meg Ryan, Courtney Cox, Demi Moore, Daryl Hannah, son algunas de las que aparecen recurrentemente en las listas de actrices con retoques, así como Melannie Griffith, quien en 2012 reconoció que había gente que era cruel con ella y le decía en Twitter que estaba “horrible”.
Las críticas también sacudieron el año pasado a la actriz Kim Novak, de 81 años y protagonista en su mocedad de títulos como “Vertigo”, después de aparecer como presentadora en los Óscar con el rostro alterado por unas inyecciones con fines estéticos.
“Kim debería demandar a su cirujano plástico”, dijo el magnate Donald Trump en Twitter, la misma red social en la que otros usuarios pedían que la enviaran directamente desde el teatro Dolby, donde tuvo lugar la ceremonia, al museo de cera.
Novak respondió al día siguiente en Facebook, donde aseguró que una de las razones por las que se distanció de Hollywood fue porque no pudo con la presión y no tuvo el “coraje” de demostrar a sus compañeros su valía a través de su trabajo, aunque a su edad ya no estaba dispuesta a callarse.
“En mi opinión una persona tiene derecho a lucir lo mejor que pueda y sentirse mejor cuando se ven mejor”, dijo a quienes se mofaron de ella.
Una edad no tan dorada
Un estudio titulado “Age, Gender, and Compensation: A Study of Hollywood Movie Stars”, publicado en 2014 por Journal of Management Inquiry, concluyó que los salarios medios de las famosas actrices en Hollywood tocan techo en la veintena y caen dramáticamente después de que cumplen 34 años.
En el caso de las estrellas masculinas, los sueldos suben progresivamente y alcanzan su máximo en la cincuentena.
Además, a medida que van envejeciendo, las actrices encuentran menos papeles disponibles. Según el Centro de Estudios de la Mujer en el Cine y la Televisión, de la Universidad de San Diego en California, solo un 12 % de las películas más taquilleras estrenadas en 2014 tenían una protagonista femenina. En 2002 el porcentaje era de un 16 %.
Esa diferencia de género se plasmó también en una investigación de la Asociación de Estadística de Estados Unidos (ASA) sobre lo predecible que son los Óscar y de la que se desprendió que la edad media de las ganadoras de un Óscar de mejor actriz es de 33 años. Para los hombres la edad media subía hasta los 42.EFE