- febrero 6, 2015
Más de 125 millones de niñas y mujeres han sido sometidas a alguna forma de mutilación genital y cada año tres millones adicionales están en riesgo de padecer una intervención similar, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En el Día Internacional contra la Mutilación Genital Femenina, la OMS recordó que esta práctica es común, particularmente en África oriental y occidental, pero también está presente en partes de Asia y en determinadas zonas del Golfo Pérsico.
Las mayores tasas se pueden encontrar en Somalia, Guinea, Yibuti y Egipto.
Un experta del Departamento de Salud Reproductiva e Investigación de la OMS, Lale Say, dijo hoy que las corrientes migratorias provocan un aumento de la prevalencia de la mutilación genital femenina en Europa, Estados Unidos, Australia y Canadá.
Say precisó que las mujeres que han sufrido tal mutilación viven en, al menos, trece países europeos.
Las estimaciones son muy variadas y de los pocos datos que se han logrado reunir surge que una parte importante se produce en el Reino Unido, con 65.000 casos, aunque esta cifra proviene de informaciones que datan de 2007.
Datos más recientes de Hungría, de 2012, indican que en este país hay entre 170 y 300 mujeres que han pasado por una mutilación genital.
Entre los países afectados por la epidemia del ébola, Guinea y Sierra Leona destacan entre lo que cuentan con mayores tasas de mutilación genital femenina, con un 97 y 90 por ciento, respectivamente.
El asesor en cuestiones de protección de la Oficina Regional de Unicef en África central y occidental, Andy Brooks, dijo hoy, por vía telefónica, que el ébola ha creado una situación favorable a la reducción de esa práctica contraria a los derechos humanos.
Menciono que el Gobierno de Sierra Leona ha formulado un llamamiento para prohibir temporalmente esa práctica en el contexto de la epidemia.
De lo que se trata ahora, explicó Brooks, es cómo aprovechar este momento y conseguir el apoyo de las autoridades y comunidades para que esa prohibición se convierta en una medida de largo plazo.
Indicó que en Guinea crece también una corriente que se opone a la mutilación, en parte porque una tercera parte de intervenciones se realizan en centros de salud a los que la gente tiene miedo de acudir.
Con el ébola, la población se resiste a acudir a los establecimientos sanitarios, que la gente asocia al contagio del ébola, con lo que las mutilaciones «pueden haber bajado», señaló Brooks.
La sensibilización realizada también ha hecho entender a las comunidades que la operación en sí puede convertirse en vector del virus. EFE