- marzo 18, 2014
La zarzuela paraguaya revive desde este lunes en Asunción con «María Pacurí», que no se representaba desde hace diez años y es una de las obras que marcó el nacimiento en Paraguay de ese género surgido en España, pero desde las tradiciones musicales y los temas de la nación guaraní. «Apunta al valor del respeto de la mujer, a su integridad, y a la familia, y también al trabajo y a la tradición», dijo el director de la obra.
«En cuanto a su estructura dramática y escénica, María Pacurí es zarzuela española, pero difiere en su lenguaje y en su música, ya que se agregan guaranias y polkas de Paraguay. Este es el legado que nos dejó Moreno», dijo Coronel a Efe.
Para el tenor, que curiosamente debutó profesionalmente con una zarzuela (Luisa Fernanda), «María Pacuri» es además un canto al sacrificio de la mujer en una sociedad tan tradicionalmente machista como la paraguaya.
«Apunta al valor del respeto de la mujer, a su integridad, y a la familia, y también al trabajo y a la tradición», indicó Coronel.
Pese a esa idiosincrasia, el libreto, del dramaturgo paraguayo Manuel Frutos, que colaboró en las cinco zarzuelas del maestro Moreno, está escrito en su mayor parte en castellano, salvo algunas expresiones en guaraní.
«La obra estaba pensada para la clase media alta, que era la que entonces frecuentaba los teatros. Y entre esos sectores el guaraní se consideraba como una lengua de campesinos», explica Coronel.
No obstante, «María Pacurí» fue el mayor éxito teatral en Paraguay desde su primera escenificación, todavía mayor que «La Tejedora de Ñandutí», también de Moreno y Frutos, estrenada tres años antes y considerada el acta fundacional de la zarzuela paraguaya.
«María Pacurí fue su obra más querida y difundida, la más popular. A partir de ella aparecieron nuevos compositores que hasta 1966 contribuyeron al periodo de esplendor de la zarzuela paraguaya», añade Coronel.
El tenor, que estudió bajo el magisterio de la mezzosoprano española Teresa Berganza, señala que desde la segundas mitad de la década de los 60 comenzó el declive del género.
«Surgieron compositores como Neneco Norton con su Naranjera y luego en los años noventa Loma Tarumá, de Florentín Giménez. Seguía habiendo un público, pero no con la fuerza de la época de Moreno», apunta Coronel.
Al frente de su compañía, Lírica Ñandutí, Coronel se ha propuesto difundir la zarzuela paraguaya y española entre el mayor publico posible y llegar a las nuevas generaciones, y para ello ya trabaja en futuras representaciones de «La Tejedora de Ñandutí» y de «Loma Tarumá».
«Lo que importa es que tenemos un género propio y hay que defenderlo de la globalización, de la cultura de lo banal que está lastimosamente matando nuestro folclore», dijo Coronel.
«María Pacurí», que se representa hasta el martes, está protagonizada entre otros por la soprano Rosa Orué y cuenta con el acompañamiento musical de la Orquesta Ipu Paraguay. EFE