Este año el tema de la Met Gala fue la relación entre la moda y el imaginario católico y quién más podría haber dado un show completamente espectacular y relacionado al tema, obviamente la inigualable Madonna.

De la mano de Jean-Paul Gaultier, la Reina del Pop llevaba el pelo en dos trenzas, con una corona de cruces, un gran vestido negro con transparencias que formaban una cruz en su torso, y un velo sobre el rostro.
Según varias fuentes y videos en las redes sociales, la cantante hizo un medley de tres canciones: Like a Prayer, un tema nuevo aparentemente llamado ‘Beautiful Game’ y una versión de ‘Hallelujah’ de Leonard Cohen.