- abril 29, 2014
La cantante española Luz Casal, que ofrecerá el segundo de sus conciertos en París dentro de la gira internacional con la que presenta su nuevo disco, «Almas gemelas», dice encontrarse «en el mejor momento» de su carrera, «como si acabase de empezar».
«Tengo dos elementos importantísimos para este trabajo, la curiosidad y la ilusión por lo que hago. No he perdido ninguno de los dos y creo que todavía me queda mucho por aprender», relata a Efe en el camerino del Teatro Casino, donde se mostrará dos veces ante el público parisino.
Casal (Boimorto, A Coruña, 1958) atribuye el optimismo y el buen estado de forma por el que atraviesa al conocimiento «cada vez mayor» que tiene de su trabajo.
«Antes tenía muchísima prisa y muchísima rabia. Ahora cuento con más sensaciones y registros. A medida que conoces mejor lo que haces, disfrutas más de ello; tienes una visión más amplificada», precisa.
Pese a esta suerte de madurez alcanzada, que le permite «apreciar mejor la labor» de sus compañeros, el «aplauso espontáneo del público» e incluso «el espacio en el que tiene lugar la actuación», la cantante se siente como si estuviese empezando.
«No me veo ni en el ocaso ni en el ecuador de mi carrera. Al revés, es como si comenzase ahora. Puede sonar raro, absurdo o extravagante, pero lo siento así», resume.
Una impresión que se agranda, explica, al ver la reacción de la gente, y que obedece, básicamente, «a la sensación de que lo que ofreces está, digamos, mejor resuelto que hace unos años».
La «ilusión» a la que Casal se refirió durante la entrevista la vuelca minutos después sobre el escenario, a lomos de la «buena sintonía», «ya legendaria», que guarda con Francia, fruto «de mucho trabajo y del tiempo que llevo viniendo aquí».
Un vínculo que comenzó a partir de la «fascinación» que la película de Pedro Almodóvar «Tacones lejanos» ejerció sobre los franceses en 1991, cinta que incluía su celebrado «Piensa en mí», que anoche interpretó dos veces, la última para cerrar el recital con todo el público de pie y bailando.
A este cariño también se sumó la nueva alcaldesa de la ciudad, la franco-española Anne Hidalgo, que envió a Casal un ramo de flores y que esta noche asistirá al segundo recital.
«Es mi amiga y también una mujer a la que admiro», apunta la cantante, quien destaca «el trato exquisito» que la alcaldesa siempre ha tenido con ella, «antes, incluso, de desempeñar el cargo actual».
«No sé cual será el devenir de su carrera política», abunda, «pero estoy segura de que la honestidad será un ingrediente importantísimo».
La cantante revela que el repertorio de esta gira internacional incluye, sobre todo, canciones del segundo disco de su álbum doble, integrado por temas en francés, portugués e italiano, además de sus piezas más clásicas en español.
«El disco define lo que ha sido mi vida durante los últimos seis años. Hay canciones de mayor implicación personal y que al interpretarlas parece que te estás arrancando trozos del cuerpo, y otras en los que solo te apetece desbocarte junto al público», dice.
Antes de aterrizar en París, Casal ha paseado «Almas gemelas» por otras ciudades de Francia, España, México y Turquía, y después de la capital gala viajará a Bélgica, Suiza, Serbia, Grecia, Bulgaria, Rumanía, Argentina, Chile y, de nuevo, a México.
Sin ninguna intención de descansar y con un horizonte colmado de compromisos artísticos hasta noviembre de 2015, Casal define su situación a partir de la cita que Bob Dylan dejó en una entrevista: «Mi carrera es una gira ininterrumpida».
«Me siento en sintonía con esa frase», resume, al tiempo que recuerda que «solo ha dejado de trabajar tres veces» en toda su vida: en 1996, cuando falleció su padre, y en 2007 y 2010, cuando fue intervenida de un cáncer de mama.
«La única manera de sentirte viva es haciendo conciertos», zanja. EFE