Ella es uno de los iconos de la moda de todos los tiempos y tiene su nombre escrito en letras de oro en la historia de la moda, al lado de otras supermodelos junto a las cuales encabezó en los noventa la primera generación de top-models.
Con su cabello rubio, sus 1,82 centímetros de altura, sus ojos azules y sus pómulos marcados, Claudia Schiffer, pese a no ser americana sino alemana, rápidamente se convirtió en una de las supermodelos imprescindibles para cualquier diseñador, portada o pasarela.
Fue musa de grandes e importantes firmas como Chanel o Versace, acaparó cientos de portadas de revistas y protagonizó numerosas campañas de publicidad. Formó un «team» espectacular con otras compañeras de profesión como Naomi Campbell, Cindy Crawford y Helena Christensen. Incluso ha dado pequeños pasos en el mundo de la interpretación en películas como «Amigos y amantes», «Zoolander: Un descerebrado de moda» o «Love Actually».
De 1993 a 1999 mantuvo una sonada relación con el mago David Coperfield tras conocerle en un espectaculo. Pero en 2002 le llegó el amor definitivo gracias al que todavía es su marido, el productor cinematográfico Matthew Vaughn. Dicen que cuando le pidió matrimonio, en lugar de regalarle un tradicional anillo de diamantes que costara varias millones le entregó una tortuga. La pareja vive en Londres y juntos han formado una familia numerosa con sus tres hijos: Caspar, Clementine y Cosima.
La modelo Claudia Schiffer nació en Rheinberg, en el oeste de Alemania, hace exactamente 50 años: el 25 de agosto de 1970.
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