«Querida Lilian Clark, mamá de Gustavo Cerati: La esperanza lo es todo. Entiendo el dolor. La frustración. Entiendo ahora que soy madre lo que puede estar pasando, quizá más de lo que podría haber sentido antes de que naciera Milan. Le envío muchos ánimos y mucha fuerza desde aquí. ¿Sabe? Pienso mucho en Gustavo. Me da rabia que haya pasado todo lo que ha pasado. Me gustaría volver a verlo, volver a hablarle, que me escuchase, volver a reírme con él. Me da rabia la vida cuando pienso que no es posible en este momento».
«Gustavo sabía escuchar. Me hacía reír. Se reía de mis cosas. De la gente que se ha atrevido a hacer rock en español, él fue el más mágico. Es un despliegue de talento único, uno de los más grandes letristas hispanos. Con él aprendí. He sido siempre y siempre seré una fan de Gustavo Cerati».