- noviembre 22, 2021
En una reciente entrevista, Jennifer Lawrence confesó a Vanity Fair que estaba convencida de que iba a morir cuando en 2017 el avión privado en el que viajaba sufrió una falla de doble motor.
«Mi esqueleto fue todo lo que quedó en el asiento. Todos íbamos a morir. Empecé a dejar pequeños mensajes de voz mentales a mi familia, ya sabes, ‘He tenido una gran vida, lo siento'», bromeó.
La estrella era solo uno de los pasajeros del avión, el otro era un conocido de la interprete. «Me sentí culpable. Todo el mundo iba a estar tan desanimado», agregó.
Lawrence también contó que al ver la pista llena de camiones de bomberos y ambulancias, empezó a rezar, pero no al Dios con quién creció, porque era aterrador y un tipo muy crítico.
Finalmente, el avión tocó la pista, rebotó y golpeó la pista antes de detenerse. Los equipos de rescate abrieron la puerta del jet y sacaron a todos ilesos, pero Lawrence luego tuvo que abordar otro avión.
«Anestesiada gracias a una pastilla muy grande y varias mini botellas de ron. Eso me hizo mucho más débil. Lo que no te mata te hace fuerte. Volar es horrible y tengo que hacerlo todo el tiempo», concluyó.