- mayo 1, 2013
Remuneración digna, jornada laboral de máximo 8 horas, descansos, protecciones contra el despido injustificado, estabilidad en el empleo, derecho a la organización y protección sindical, derecho a la seguridad social y derecho a que el Estado controle a las empresas para saber si cumplen sus obligaciones con la trabajadora, son los derechos que las mujeres que trabajan en relación de dependencia tienen hoy.
Sin embargo, muchas veces, no se cumplen todas estas condiciones generales del trabajo. En el 2008, el 85 % de las personas trabajadoras no aportaban a un seguro jubilatorio. Hoy, entre los trabajadores inscritos que aportan a al Instituto de Previsión Social llega sólo al 48% por ciento. Pedro Cano, director de Aporte Obrero Patronal (AOP) de la previsional, dijo al diario Ultima Hora hoy que aún 52% de los trabajadores siguen sin protección del sistema de seguridad social.
Por otro lado, el 80% sigue sin cobertura social, es decir dos de cada tres trabajadores paraguayos no están dados de alta en la seguridad social del país, de la que son beneficiarios apenas el 20 por ciento de sus habitantes, según fuentes oficiales consultadas hoy por la Agencia EFE.
Además de estos derechos, las mujeres han conseguido otros derechos tras muchísimos años de luchas: reposos por maternidad, permisos para lactancia, estabilidad o fuero por maternidad, y prestaciones de la seguridad social, como la atención médica durante el embarazo, el parto y pos parto, y el subsidio por maternidad.
Sin embargo, una materia pendiente es el caso de las trabajadoras domésticas, a quienes se le discrimina por el propio Código del Trabajo que establece que a ellas se les puede pagar el 40% del salario mínimo en efectivo. Además, el Estado no tiene forma de control, por lo tanto, muchas veces no se le reconoce el derecho a una jornada máxima de ocho horas y no tienen derecho a la jubilación.
Según un calculo realizado por la abogada Milena Pereira Fukuoka, de acuerdo a datos del 2010, unas 18 de cada 100 mujeres paraguayas que trabajan, se dedica a empleo doméstico en el Paraguay. Es decir, esta discriminación del Código del Trabajo afecta a unas 204.000 mujeres.
Es decir, si el salario mínimo es de 1.658.232 guaraníes, las trabajadoras domésticas podrían percibir unos 663.000 guaraníes, dependiendo de la voluntad del patrón o la patrona para mejorar sus condiciones salariales. ¿Qué se compra con ese salario? ¿Se puede vivir con ese salario? Vos, ¿qué opinás?