- marzo 1, 2015
Sharbat Bibi continúa viviendo en el mismo campo de refugiados en el que fue inmortalizada por Steve McCurry.
La niña afgana que se hizo famosa por su penetrante mirada en la portada del National Geographic en 1985 es objeto de polémica en Pakistán, tras la supuesta emisión «ilegal» de un documento de residencia en ese país, donde vive en un campo de refugiados.
Sharbat Bibi, que se convirtió en icono internacional con sus grandes ojos verdes cuando era una niña y que ahora tiene unos 45 años, recibió el año pasado una Tarjeta Computarizada de Identidad Nacional (CNIC, en sus siglas en inglés) junto a dos de sus supuestos hijos, reveló este miércoles el diario paquistaní Dawn.
«Esta gente es muy poderosa. No sé si tienen mucho dinero o buenos contactos, pero consiguieron sus CNIC en un solo día», aseguró al diario una fuente anónima de la autoridad paquistaní que se ocupa de los registros, Nadra.
Bibi continúa viviendo en el mismo campo de refugiados en el que fue inmortalizada por el fotógrafo estadounidense Steve McCurry, en la localidad paquistaní de Peshawar.
Un alto funcionario de Nadra en Peshawar, Muhammad Naeem, indicó a Efe que «los refugiados afganos solo pueden obtener una Prueba de Registro, a no ser que reciban el visto bueno del Ministerio del Interior para obtener una CNIC».
«Hemos confirmado que Sharbat Bibi recibió una de manera ilegal y se la hemos cancelado», indicó. Otro miembro de la oficina donde se le expidió a la famosa refugiada afgana la tarjeta de ciudadanía paquistaní, que prefirió mantener el anonimato, señaló a Efe que «uno de los responsables de entregar la CNIC a Sharbat Bibi ha sido suspendido de su cargo».
«En dos meses 40 funcionarios han sido suspendidos por expedir tarjetas de ciudadanía a nacionales afganos», añadió la fuente.
En Pakistán viven alrededor de tres millones de refugiados afganos que han huido durante las últimas décadas de los diferentes conflictos bélicos que han asolado su país.
Sin embargo, desde enero decenas de miles de esos refugiados están regresando a Afganistán presionados por las medidas de un plan de acción antiterrorista implantado en Pakistán tras el mortífero ataque insurgente en diciembre a una escuela en Peshawar, en el que murieron 132 escolares.
Fue precisamente el haber llamado la atención sobre la situación de los refugiados en Pakistán lo que hace que todavía hoy McCurry se sienta «muy orgulloso» de la instantánea, según explicó a Efe el fotógrafo durante una visita el pasado noviembre a Barcelona.
«Volví a encontrar a la niña afgana en 2002, después de 17 años. Una parte de mí esperaba que atravesara la puerta como una niña de 12 años con el mismo vestido. Cuando entró en la habitación como una mujer de 30 años, con un vestido negro, fue un ‘shock'», dijo. EFE