Claudia Schiffer fue la supermodelo por excelencia de los noventa, de aquella generación que no se levantaba de la cama por menos de un millón de dólares.
Karl Lagerfeld y Gianni Versace tomaron a Claudia Schiffer bajo su manto como musa, fue también embajadora de buena voluntad de Unicef y formó junto a Naomi Campbell y Cindy Crawford el trío de modelos más famosas de la época.
Ahora, la top alemana de ojos azules confirma que nunca ha abandonado el mundo de la moda, pero esta vez se sitúa al otro lado como diseñadora con una colección cápsula para la firma Être Cecile.
Schiffer muestra su talento de forma polifacética a través del diseño de ocho prendas básicas para el día a día que reflejan «su estilo personal sin esfuerzo», como ha escrito ella misma en Instagram.
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