En los últimos días, Thalía enfrentó rumores de infidelidad por parte de su esposo Tommy Motola, a lo cuál la mexicana hizo oídos sordos y continuo con su vida con la misma alegría a la que nos tiene acostumbrados.
Por San Valentín, la intérprete no defraudó y lució juvenil en una cena con su marido en la que también estuvieron su hijo Matthew Alejandro, sus grandes amigos Gloria, Lili y Emilio Estefan y Loren Ridinger.
Para la cita, Thalía eligió un vestido bohemio blanco, con mangas abullonadas, escote cruzado y falda plisada, que combinó con numerosos collares de diferentes largura y un maquillaje muy natural.
La actriz también compartió los zapatos que usó. Unos modernos tacones de punta transparentes, con tiras al tobillo y recubiertos de cristales brillantes. Un diseño que crea un bonito efecto en el pie y alarga la pierna.