- mayo 18, 2015
Las actrices Cate Blanchett y Ronney Mara conquistaron hoy Cannes con «Carol», una profunda y sensual historia de amor dirigida por Todd Haynes, que se situó inmediatamente entre las favoritas a la Palma de Oro del festival.
Una relación prohibida en Estados Unidos en los años 50 es lo que cuenta una película basada en una novela del mismo título de Patricia Highsmith que sirvió hoy a las actrices para hacer un alegato en defensa de la libertad sexual.
«Hay 70 países en el mundo donde la homosexualidad es aún ilegal», afirmó Blanchett, que consideró la sexualidad «un asunto privado» del que no hay que estar continuamente hablando.
«Si no eres homosexual o lo eres parece que es un tema del que hay que hablar sin parar y no de otros aspectos de la personalidad», dijo la actriz australiana, para quien «vivimos en una época profundamente conservadora».
Y se refirió también a unas recientes declaraciones suyas recogidas por diversos medios sobre sus supuestas relaciones homosexuales.
«Cuando me preguntaron por si había tenido relaciones con mujeres dije que con muchas, pero relaciones sexuales, no. Pero parece que esa parte no la imprimieron», explicó con humor, antes de agregar: «En este momento, en 2015, ¿a quién le importa? Mi vida no le interesa a nadie o quizás a algunas personas».
En su opinión, el trabajo de un actor «no es limitarse a las experiencias de pequeños universos microscópicos, se trata de lograr una conexión con un personaje para mostrar algo diferente de ti mismo a la audiencia».
«No estoy interesada en exponer públicamente mi vida y mis opiniones», agregó.
Por su parte, su compañera de reparto, mucho más parca en palabras, resaltó que desde la época en que se desarrolla el filme «ha habido muchos progresos, pero sería erróneo pensar que ya no los hay. Hay mucho por hacer antes de que podamos dejar de hablar del tema porque ya no es un problema».
Rodada de forma excepcional, con una preciosa fotografía y una estructura narrativa que va tomando altura según avanza el metraje, «Carol» es una historia de amor en un contexto complicado, que pone frente a frente a dos mujeres y dos actrices muy diferentes.
Una historia que comienza siendo el punto de vista de Carol (Blanchett), pero que luego cambia. «Es evidente que el personaje de Carol es el más fuerte en todos los sentidos, pero la relación les cambia y Therese cambia mucho a través de esa relación», explicó Haynes.
«Las dos mujeres del final son muy diferentes de las que son al principio», agregó el realizador, que eligió rodar en película en super 16 mm para conseguir la textura necesaria de una época clásica y elegantes como eran los años 50.
Blanchett es en el filme una mujer casada, de clase alta, que se enamora de una dependienta de unos grandes almacenes (Mara). La relación entre ellas avanza con lentitud mientras se complican las cosas en una sociedad muy puritana.
Haynes se toma su tiempo para contar la historia, que tarda en despegar pero que, cuando lo hace, consigue el mayor nivel de cine visto hasta ahora en Cannes.
Una historia compleja como las que le gustan a la protagonista de «Blue Jasmine», quien destacó que «Carol» es una película en la que se mezclan puntos de vista masculinos y femeninos.
«Es lo bueno de trabajar con productoras que hacen grandes e inteligentes películas», agregó.
Dentro de la película hay una escena de sexo entre las protagonistas rodada con una gran sutileza y que Haynes no cree que vaya a causar problemas para su distribución en Estados Unidos, un país muy conservador en ese aspecto.
«Cuando das a luz hay mucha gente que te ve desnuda y es una situación extraña», dijo sobre sus desnudos en el filme una divertida Blanchett, que fue la reina de la rueda de prensa.
Para ella «fue una escena como cualquier otra», mientras que para Mara tampoco supuso un obstáculo: «Suelo estar a menudo desnuda, así que no fue un problema para mí».
Dos actrices que se beneficiaron de la atención por los detalles de Haynes y de su construcción de ambientes, que les permitió meterse inmediatamente en sus papeles, como reconoció Blanchett.
Algo no habitual en el cine donde la falta de ensayos y de preparación retrasa ese momento de conexión con el personaje. «El último día del rodaje te dices: ¡Mierda, era sobre esto sobre lo que era todo!», comentó. EFE