- enero 19, 2015
Las 88 representantes que aspiran a coronarse como Miss Universo en la 63 edición de este certamen se preparan en Miami (Florida, EE.UU.) «con muchas ganas» de cara a la gran final del próximo 25 de enero, según declararon algunas contendientes a Efe.
La candidata española, la modelo de 21 años Desiré Cordero, señaló que espera «llevar la corona a España» y que su país se sienta «orgulloso» de ella.
La sevillana, un nombre que suena en las quinielas, espera revalidar la corona que en 1974 logró la fallecida Amparo Muñoz, la única candidata de este país que se ha alzado con el cetro de la más bella en los 63 años de historia de este certamen.
«Tengo muchísimos fans en Miami y en muchísimos países. Estoy superagradecida», confesó a Efe la joven, que en los últimos días se ha dedicado a difundir la cultura y las tradiciones de su país.
España es «flamenco puro, fiesta, trabajo, esfuerzo y gastronomía, como el ‘pescaíto’, el jamón, la paella, la tortilla de patatas. Todo eso es España y estoy muy orgullosa», comentó la aspirante, quien resaltó la numerosa población de Miami que tiene raíces españolas.
Confesó que como candidata «lo más difícil es la preparación diaria», que implica levantarse a las 4 de la mañana para maquillarse, peinarse y vestirse y poder «estar bien desde las 6 de la mañana hasta las 10 de la noche», una rutina que considera no obstante un «sacrificio» muy positivo para su carrera.
Por su parte, la candidata venezolana Migbelis Lynette Castellanos afirmó que lo que peor lleva son algunos comentarios escritos de las redes sociales.
«La gente suele a veces ser muy cruda, porque descargan todo lo que piensan con las representantes de su país, pero elegimos estar frente a las cámaras y tenemos que saber tolerar todas esas opiniones», manifestó.
Castellanos revela tener confianza de que su país vuelva a resultar ganador en esta competencia, cuyo título actual lo ostenta su compatriota Gabriela Isler.
«Esto es como parte de un mundial. Si un país lleva a sus representantes, que son muy buenos, ¿Por qué no le puedes volver a dar otra vez la corona?», bromeó.
La contendiente reveló que se mantiene «relajada y tranquila» porque está dando lo mejor de sí misma «para que el resultado sea positivo».
Por su parte, la aspirante colombiana Paulina Vega apuntó que su país hoy en día es líder en «deporte, arte, música, moda, seguridad y economía», así que coronarse como Miss Universo supondría cerrar «con broche de oro» el buen momento que vive Colombia.
«Es la última alegría que le falta a mi país: que la próxima Miss Universo sea yo», confesó.
La final de Miss Universo se llevará cabo el 25 de enero en un recinto deportivo de la Universidad Internacional de Florida (FIU), un área no incorporada del condado de Miami-Dade. EFE