- agosto 27, 2014
La localidad española de Buñol (este) celebró este miércoles su tradicional «Tomatina», una fiesta conocida mundialmente por ser una gran batalla campal en la que durante una hora unas 22.000 personas se lanzaron 140 toneladas de tomates maduros.
La de este miércoles fue la segunda Tomatina de pago desde que el año pasado el Ayuntamiento de Buñol decidiese cobrar 10 euros (unos 13 dólares) a los participantes para poder acceder a las calles del municipio con el objetivo de reducir el aforo a la mitad, puesto que en anteriores ediciones llegó a 50.000 personas.
La Tomatina, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional en 2002, nació hace 69 años de forma espontánea como una batalla entre vecinos que participaban en un desfile.
En 1980 el Ayuntamiento de Buñol (localidad que tiene ahora cerca de 10.000 habitantes) decidió organizarla oficialmente y empezó a convertirse en un espectáculo de dimensiones crecientes.
La reducción del aforo se ha hecho evidente tanto en el recorrido como en los accesos al pueblo, cafeterías y comercios y, además, los cambios propiciados por el Ayuntamiento también redundan en una mayor seguridad en cuanto a señalización y accesos.
Australianos, británicos, japonenses y neozelandeses encabezaron una lista de alrededor de 17.000 turistas que viajaron a Buñol para disfrutar de esta fiesta que ya alcanza dimensiones internacionales y que se recrea en ciudades de Estados Unidos, Colombia o China.
Todos ellos vestían ropa que luego puedan tirar a la basura, gafas para proteger los ojos y calzado cómodo.
Como en anteriores ediciones, las calles de Buñol sirvieron de plató para el rodaje de al menos una película y un anuncio publicitario, y un total de 112 medios de comunicación estuvieron acreditados, la mayoría españoles, así como varias productoras de Australia, Suecia, Estados Unidos, Reino Unido, Malasia o Turquía.
Como novedad, parte de los ingresos de la venta de entradas se destinarán a la ONG india Lokpanchayat, que trabaja con mujeres en riesgo de exclusión y por la construcción de infraestructuras hídricas.
Por primera vez este año la Tomatina, cuyas entradas estaban agotadas desde hace meses, se pudo seguir en directo a través de internet con varias cámaras fijas y una subjetiva que portó un reportero a pie de calle.
Asimismo, fuentes del Ayuntamiento aseguraron a Efe que en un «intercambio cultural» entre Buñol y la ciudad coreana de Boryeong, el lunes 25 tuvo lugar una recreación de la fiesta del barro conocida como Mud Festival que se celebra en ese lugar de Asia, mientras que «en la localidad oriental harán una Tomatina».
Otra de las novedades de la fiesta fue la celebración de la primera edición del Tomatina Sound Festival, compuesto por dos macroconciertos de música pop que tuvieron lugar los días 26 y 27 de agosto y que se prolongaron hasta la madrugada.
Como preludio de la fiesta adulta, los más pequeños también disfrutaron de su particular Tomatina infantil el domingo pasado, cuando unos 2.500 niños ataviados con disfraces y gafas de buceo se lanzaron 6.500 kilos de tomates.
Todo ello en el marco de las fiestas patronales del municipio, en honor a la Virgen de los Desamparados, que cuenta con otras actividades. EFE