- octubre 27, 2014
Sumergirse en el universo del argentino Astor Piazzolla es el próximo proyecto de la guitarrista paraguaya Berta Rojas tras su monumental gira de homenaje a Agustín Pío Barrios «Mangoré», que finaliza el 1 de noviembre en El Salvador, donde está enterrado, tras visitar 20 países de América y el Caribe.
Nominada este año por segunda vez a los Grammy Latino, que se celebrarán el 20 de noviembre en Las Vegas (Estados Unidos), Rojas ultima los preparativos del concierto en el Teatro Nacional, en San Salvador, que fue última parada vital de Barrios (1885-1944) y significó también el principio de su «resurrección».
«Pasó los cuatro últimos años de vida, protegido por el que era presidente del país, Maximiliano Hernández Martínez, que le ofreció un puesto docente en el Conservatorio Nacional. Dejó 12 alumnos, conocidos como los 12 apóstoles, que fueron quienes preservaron su obra», dijo Rojas a Efe.
Ese concierto culminará una gira de más de tres años, iniciada en Montevideo y bautizada «Tras las huellas de Mangoré», que ha sido un tributo a su compatriota Barrios, un gigante de la guitarra con composiciones de difícil ejecución y a la altura de maestros como el español Andrés Segovia.
Rojas ha contado con la colaboración del saxofonista cubano Paquito D’Rivera, que la acompañó en 16 de los países donde se presentó el espectáculo, la misma geografía que hizo Barrios hasta su muerte.
En medio grabó Día y Medio, junto a Rivera, con un 60 % de música de Barrios, disco nominado en 2012 al Grammy Latino, y más recientemente Salsa Roja, el disco nominado en la categoría de música clásica de esos premios este año.
Rojas destacó el papel de esos «apóstoles» de El Salvador para divulgar las composiciones de Barrios, como Carlos Payés, que llevó las partituras al australiano John Williams, el más celebrado guitarrista de su generación.
Williams universalizó la obra del paraguayo a través del álbum «John Williams plays Music of Agustín Barrios Mangoré», para la multinacional CBS.
«Con Williams fue el reconocimiento mundial de Barrios, renació, pero fue desde su trabajo en El Salvador», apuntó la guitarrista.
Para esta ocasión tan especial como el concierto en el Teatro Nacional, Rojas contará con la actuación de doce jóvenes guitarristas paraguayos y tendrá como invitado especial a Jorge Sanabria.
«Es el más destacado guitarrista actualmente de El Salvador. Antes comenzaré con unos solos de Barrios como La Catedral, para después interactuar con Paquito (D’Rivera). Será algo muy divertido. Y finalmente el cierre con La Danza Paraguaya, que será un gran momento de hermandad», anticipó Rojas.
Será el culmen de un periplo que le ha llevado por Uruguay, Argentina, Colombia, Guatemala, Honduras, Chile, su Paraguay natal, o Cuba, el anterior destino antes de la cita salvadoreña.
Rojas apuntó que la gira le ha servido para tocar con todo tipo de músicos de América y El Caribe. En Trinidad y Tobago, por ejemplo, tuvo como invitada a Mia Gormandy, la virtuosa del steel pan, el tambor metálico de esas islas.
«Siempre invitábamos a músicos destacados de cada país para tocar la música de Mangoré con otros instrumentos, lo que significa sacarlo del nicho de la guitarra clásica», dijo.
Del balance a Rojas le quedan un cúmulo de sensaciones, todas buenas, en particular la de haber reivindicado a una figura excepcional, que en 1932 adoptó el sobrenombre de «Nitsuga Mangoré» como reconocimiento de sus raíces guaraníes.
«Fue una personaje muy exótico con un gran coraje y gran valor. Creo que de verdad dejó huella en todos esos países», opinó.
Una vez terminada esta fase, Rojas ya sabe cual será su siguiente capítulo: seguir ahondando en la música del continente.
«Me siento muy comprometida con la música de América Latina y al hecho de que pueda colaborar a su difusión y que tenga un renacimiento», dijo.
Con vistas a eso, Rojas trabaja en los arreglos de la obra de Piazzolla Historia del Tango, que grabará en febrero con la Camerata Bariloche, para muchos críticos el mejor conjunto de música de cámara en la historia de la música argentina.
Quizás para entonces cuente con un Grammy Latino por Salsa Roja, que sería el primer premio para Paraguay. «La competencia es muy dura», reconoció Rojas. EFE