- marzo 18, 2014
Desde la entrada en vigor del Código de la Familia en 2004, que otorgó más derechos a las mujeres, contra todo pronóstico el número de divorcios ha descendido en Marruecos, mientras que el de matrimonios ha ido en aumento.
Según informa el diario L’Economiste, que recoge unas estadísticas del Ministerio de la Justicia, en el año 2000 se registraron 38.348 casos de divorcio, mientras que once años después, en 2011, bajaron a los 22.937 casos.
Asimismo, sobre los 22.937 veredictos pronunciados en 2011, más de la mitad fueron por consentimiento mutuo entre las dos partes.
En lo referente a los matrimonios, en 2000 fueron 227.741 enlaces, una cifra que subió hasta los 325.415 en 2011. La media de edad entre las mujeres se situó en 26,6 años, según el Alto Comisionado de Planificación (organismo oficial).
La «Mudawana», la ley que regula el estado civil en Marruecos, fue adoptada en 2004, y una de las reformas más importantes consistió en que el divorcio se define como una disolución de los lazos matrimoniales ejercida por el hombre o por la mujer, bajo control judicial, y no constituye una prerrogativa única del hombre, como ocurría anteriormente.
La «Mudawana» suprimió la figura del tutor para la mujer y aumentó la edad legal para el matrimonio de 16 a 18 años y, algo especialmente importante, impuso una serie de restricciones que dificultan la poligamia.
Sin embargo, cada año se casan en Marruecos unas 40.000 menores, muchas de menos de 15 años, gracias a un «agujero legal» en el artículo 20 de la ley en el que contempla que puede haber excepciones que permiten desposar a una menor de 18 años.
En 2011, el Consejo Económico y Social detectó en todo el país 46.927 matrimonios precoces, de niñas en el 99 % de los casos. EFE