- julio 14, 2015
La firma de comercio electrónico Amazon cumple 20 años mañana miércoles, convertida en una «tienda» que vende de todo y en un titán que controla el sector de libros electrónicos, tras haber conmocionado la industria editorial.
La empresa, que fundó el emprendedor Jeff Bezos en un garaje de Seattle, comenzó su andadura como una librería virtual, pero pronto diversificó su oferta para incluir desde películas hasta música, comida, ropa, muebles y productos electrónicos.
Dos décadas después, Amazon tiene unos 150.000 empleados, una facturación anual que supera los 80.000 millones de dólares y una trayectoria controvertida.
El periodista Brad Stone, autor de La tienda en la que se vende de todo, un libro sobre Amazon y Bezos publicado en el 2013, dice que el fundador de la firma de comercio electrónico es una figura polémica que ha inspirado a muchos y traumatizado a otros tantos.
Stone asegura que en Amazon impera la cultura de la confrontación, que surge de la creencia de Bezos de que las mejores ideas surgen cuando existen puntos de vista distintos.
La empresa se ha ganado fama de despiadada, en buena parte por sus acuerdos poco transparentes con las firmas editoriales e iniciativas como el Proyecto Gacela, bautizado así a propuesta de Bezos, quien sugirió abordar las pequeñas editoriales de la misma forma que un guepardo aborda a una gacela enferma.
Bezos y Amazon han tenido sus altos y bajos, incluida una cotización mínima en bolsa de seis dólares por acción tras el estallido de la primera burbuja tecnológica en Estados Unidos a finales de la década de los 90 que le valió a la empresa el sobrenombre de «Amazon.bomb» en lugar de «Amazon.com».
Pero el gigante del comercio electrónico logró enmendar el rumbo al transformarse en una verdadera empresa tecnológica que no solo domina el sector del comercio electrónico sino que se ha convertido en la mayor proveedora mundial de servicios en la nube.
Entre sus clientes de servicios en la nube figura, de hecho, la agencia de espionaje estadounidense, CIA, con la que Amazon firmó un controvertido contrato de 10 años por 600 millones de dólares, el doble de lo que pagó Bezos por la compra del diario The Washington Post en el 2013.
La empresa también ha recibido críticas por las condiciones de trabajo en sus almacenes -donde se alcanzan temperaturas extremas durante los meses de verano- y su resistencia a la sindicalización de los empleados.
Según la revista digital Salon, hay varias razones para no desearle a Amazon un feliz cumpleaños.
La publicación menciona, por ejemplo, que la firma de comercio electrónico convirtió en inviables muchas de las librerías independientes en Estados Unidos, en parte, sostiene Salon, porque Amazon está exenta del pago de impuestos por ventas.
El grupo editorial francés Hachette es uno de los que plantó cara a Amazon y logró a finales del año pasado, tras un duro pulso con el gigante electrónico, que este accediese a que la firma gala fijase los precios de sus libros electrónicos.
Amazon, que comercializa el lector de libros electrónicos más popular del mercado, el Kindle, controla, con todo, más de la mitad de todas las ventas de libros digitales, una cifra sin precedentes y otra de las razones por las que Salon pide no cantar este miércoles a la empresa el feliz cumpleaños.
Ajena a las críticas, la compañía fundada por Bezos ha anunciado que celebrará su 20 aniversario con una gran campaña de descuentos para los suscriptores de su servicio Prime, que abonan una cantidad anual a cambio de ventajas como el no pagar los costes de envíos de las mercancías compradas.
La oferta abarca nueve países, incluidos Estados Unidos, España y el Reino Unido entre otros.
Teresa Bouza, EFE.