Alejandro Sanz canta a su hijo Dylan

  • Alejandro Sanz publica su décimo álbum en estudio, “Sirope”, un trabajo en el incluye la canción “Capitán tapón”, un homenaje a su hijo Dylan.

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    Tras un cuarto de siglo de carrera y haber cosechado todos los éxitos en el pop español, Alejandro Sanz publica su décimo álbum en estudio, “Sirope”, un trabajo en el incluye la canción “Capitán tapón”, un homenaje a su hijo Dylan.

    Para esta álbum, este cantante madrileño con alma de flamenco, ha trabajado más de catorce hora diarias durante ocho meses metido en su estudio, en soledad. “Me gusta la soledad para componer y grabar, así nadie de juzga”, explica.

    Esas horas de soledad de Alejandro Sanz se interrumpían con la presencia de su hijo Dylan que se despedía de su padre antes de irse a dormir, pero antes de marchar jugaba con las cuerdas de la guitarra.

    La canción “Capitán Tapón” es el homenaje de Alejandro a su hijo Dylan. “Con 30 años adorará esta canción, pero con 14 la odiará”. Un tema importante de su último trabajo, que incluye fragmentos de voz grabados al niño.

    “Todos mis hijos tienen sus homenajes en alguno de mis discos y a Dylan le tocaba ya”, bromea. Alejandro Sanz, casado con Raquel Perera, tiene dos hijos, Dylan y Alma.

    Foto: EFE

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    Fruto de anteriores relaciones con la modelo mexicana Jaydy Michel y la diseñaroda puertorriqueña Valeria Rivera nacieron sus hijos Manuela, la primogénita y Alexander, que ocupa el segundo lugar.

    Para Alejandro Sanz, la música es su filosofía de vida. “Amo la música por encima de todo, es mi forma de expresarme y de entender la vida. No sé vivir sin ella y es lo que haré hasta el día que me muera”.

    En Sirope se muestra un Alejandro Sanz más maduro, acorde a su tiempo. “Cambian las prioridades de uno y la forma de enfocarlas.He cambiado la dinámica de mi lírica. La vida te va dando unas carencias, pero también otros recursos”.

    Pero “Sirope”, como añade, también es “jarabe y almíbar”, porque, “cuando uno es padre, se azucara un poco, las prioridades cambian y se pretende que la sociedad sea más favorable y amable para ellos”.

    Para Alejandro Sanz, la vida es “todo o nada”, así que, cuando empezó a pintar y esta pasión derivó en pulsión, de su casa desaparecieron las guitarras y los equipos de sonido, hasta que llegó un día incluso en el que tuvo que tomar una decisión difícil: el pincel o la música.

    “Tuve que elegir entre la pintura y la música. A mí no me van las cosas a medias. Yo me colgaba de unas cuerdas ante un lienzo como una pared y me estrellaba contra él con mis pinturas”, ha revelado el músico durante una entrevista a la pregunta de cuándo se ha sentido él un “Zombie a la intemperie”, título de su último sencillo.

    En el año 2002 presentó su primera colección pictórica, que consiguió vender íntegramente. Incluso el futbolista Luis Figo se llevó una de sus piezas favoritas.

    Tras un cuarto de siglo de carrera y haber cosechado todos los éxitos en el pop español, Alejandro Sanz publica su décimo álbum en estudio, «Sirope». Foto: EFE/Ballesteros.
    Al final, optó por la música, publicó “No es lo mismo” (2003) y surgió una nueva tanda de álbumes a cada cual más exitoso hasta “Sirope”, el undécimo, que hoy ha presentado en una pinacoteca emblemática, el Museo Nacional Reina Sofía de Madrid.

    ‘Sirope’ es un grito de guerra a lo James Brown”, que bebe sobre todo del músico de Carolina del Sur en temas como “La guarida del calor”, que se refiere a un almacén donde se junta a tocar “jam sessions” con amigos como Juanes o Lenny Kravitz y en el que están prohibidas las versiones.

    “Quería recuperar ese sonido de encima del escenario, pero más sofisticado”, ha dicho sobre el sonido de este disco producido por Sebastian Krys, en el que han colaborado el trompetista Arturo Sandoval y Juan Luis Guerra, en un tema que saca al dominicano de su zona de confort.

    El 30 de julio inicia en Córdoba una gira sobre la que ha preferido mantener las incógnitas y que parará el 1 de agosto en Algeciras (Cádiz), la tierra de su padre, el lugar donde vio su primer concierto, “uno de Joan Manuel Serrat”, y donde, durante una actuación de su malogrado amigo Paco de Lucía, al que también dedica el álbum, soñó con subirse a un escenario.

    Alejandro Sanz también es “coach” de la tercera edición de “La Voz”, un experiencia que comparte con Laura Pausini, que también debuta por primera como ” junto a los cantantes Malú y Antonio Orozco.

    Directores que cuenta con el asesoramiento de José Mercé, Álex Ubago, Rosario Flores y Pablo López. EFE

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