Generalmente acudimos al veterinario cuando nuestra mascota se encuentra enferma y hay veces que puede ser muy tarde o que podríamos haber acudido antes. No es raro escuchar en la clínica «Doc le traigo porque no es él últimamente» son ustedes, los dueños los que más conocen a sus mascotas y cuando comienza una enfermedad lo primero que se altera es el comportamiento.
Hay 4 cambios en el comportamiento de nuestra mascota que deberían alertarte de que algo no está funcionando bien.
1. Agresividad
Si nuestro perro o gato nunca fue agresivo pero de repente, si lo tocamos en algún lugar y nos gruñe, o de la nada se tornan agresivos sin siquiera tocarlos, puede que estén sintiendo algún dolor donde el único síntoma visible es la agresividad. Los gatos son generalmente más reacios a demostrar su dolor o debilidad pero generalmente se muestran más agresivos o más irritables ante cualquier manipulación.
2. Disminución de la actividad.
En casos donde se encuentra comprometido el sistema osteoarticular (huesos y articulaciones), el hecho de que nuestra mascota deje de correr por la pelota, no quiera subirse las escaleras, camas o sofás, dude antes de salir de paseo, o simplemente permanezca más tiempo acostado, debería llamar nuestra atención. Hace poco, estaba observando al gato Fredo de mi querida amiga Rita cuando me percate que este dudaba para saltar a la mesada donde se encontraba su plato de comida, le comenté esto a Rita y lo llevamos a la veterinaria para un examen general y efectivamente estaba con fiebre desarrollando una enfermedad.
En este caso no se trataba de un problema de locomoción. En el caso de los gatos que dudan de saltar o que calculan mal la distancia y caen, pueden haber otras enfermedades cursando como: problemas oculares o neurológicos. Nuestras mascotas son animales de costumbre (al igual que nosotros) por lo cual no deberían cambiar sus hábitos a no ser que algo no esté funcionando bien.
3. Eliminación inadecuada.
Este caso suele ser más común en gatos pero también hay casos que el perro puede verse afectado. De más está decir que si nuestro perro no llegó al «baño» por qué está con diarrea es hora de llevarlo a la vete.
En el mundo de los gatos, aquellos que son de usar bandejas sanitarias y de repente dejan de usarla, es un indicativo bastante seguro de que alguna infección o dolor se localiza en las vías urinarias. Muchos gatos dejan de usar la bandeja porque la asocian con el dolor experimentado al momento de eliminar.
En perros el hecho de que haga pis o caca en lugares raros también podría indicar que está con un proceso degenerativo si éste es mayorcito, digamos que se les olvidó donde generalmente evacuaban.
4. Inapetencia.
Por último pero creo que el más importante es el hecho que nuestra mascota no quiera comer o que haya disminuido su ingesta. Si bien debemos aclarar que en temporadas de calor intenso (casi los 365 días en nuestro país) las mascotas optan por reducir el consumo de alimento de manera a no producir calor con la digestión, pero durante la noche (que en teoría baja la temperatura) deberían consumir normalmente la ración. El gato, por lo general, prefiere que el alimento este a temperatura ambiente, por lo cual si le ofrecemos algo muy frío como recién extraído de la heladera, probablemente no lo quiera consumir.
Si vemos que esta disminución de alimento ocurre en nuestro animal, no esperemos a que hayan pasado dos días para ir al veterinario. Obviamente estemos atentos de que no hayamos cambiado la marca del balanceado abruptamente o que el día anterior se haya dado una panzadacon comida casera, que generalmente pueden cursar con una falta de apetito.
En conclusión debemos estar atentos y reconocer las rutinas de nuestras mascotas, y si algo de la nada cambia drásticamente no duden en llevarlos al veterinario, porque siempre es mejor prevenir antes de que sea muy tarde. Como siempre digo «no hay mejor ojo clínico que los ojos del dueño”.