El virus del ébola causante del actual brote en África occidental «no está mutando tan rápido como habían sugerido» informes preliminares, mientras que un nuevo tipo de vacuna está obteniendo resultados positivos en los ensayos sobre monos, señalaron hoy diversos estudios.
El hecho de que el virus no tenga la capacidad de mutación que se creía «ayuda a aliviar los miedos», pues una tasa de mutación más rápida «podría haber dado al virus nuevas propiedades que le ayudasen a extenderse de una manera más eficaz y resistente a las terapias», según publica hoy Science.
La actual epidemia de ébola que empezó en África occidental en 2013 ha sido la más extensa y de mayor duración desde que hay registros, pero en pocas ocasiones se han publicado secuencias del virus y las existentes sugerían que mutaba dos veces más rápido de lo que se había observado hasta entonces.
Sin embargo, un grupo de investigadores de varios institutos, entre ellos el estadounidense de Alergias y Enfermedades Infecciosas, obtuvo y secuenció muestras del virus tomadas a finales de 2014 en Mali que se compararon con otras de nueve meses antes.
Los análisis señalaron, según los estudios, que «la tasa de mutación del virus estaba en línea con la que se había estimado en pasadas epidemias de ébola en África central»
«Nuestros datos indican que el virus del ébola no está sufriendo una rápida evolución en los humanos durante el actual brote. Este descubrimiento tiene importantes implicaciones para la respuesta frente a esta epidemia y las decisiones de salud pública», según uno de los investigadores que firman el estudio, Thomas Hoenen.
La revista Science publica también hoy la existencia de una nueva vacuna integral para el ébola que ha mostrado su eficacia protegiendo a monos expuestos a esta enfermedad.
«En términos de eficacia, proporciona una excelente protección» y es además «una vacuna muy segura», según el director del grupo que la ha creado, el doctor Yoshihiro Kawaoka, de la Universidad de Wisconsin-Madison, experto en gripe aviar y ébola.
El ébola, cuyo primer brote conocido se detectó en 1976 en Sudán y Zaire, se ha cobrado en la actual epidemia más de 10.000 vidas y hasta el momento no hay una vacuna, aunque cuatro candidatas han pasado ya a la fase de ensayo sobre humanos.
Mientras, en África occidental la semana pasada fue en la que se registraron menos casos de infección en lo que va de año, 45, aunque el número de contagiados se acerca a 25.000, según el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las cifras totales de la epidemia en Guinea, Liberia y Sierra Leona señalan que una quinta parte de los enfermos son menores de 16 años y su tasa de infección es menor que la de los adultos, pero también tienen menos posibilidades de sobrevivir.
La OMS y el Imperial College London han analizado la información disponible y han concluido que el 90 % de los niños de un año infectados con ébola mueren y el 80% de los que tienen dos años.
El aumento de la edad da mayores posibilidades de sobrevivir al mal, que mata al 52 % de los infectados entre 10 y 15 años. Para los adultos entre 16 y 44 años, la mortalidad es del 65 por ciento.
Los resultados de este estudio «hacen hincapié en que los niños que sufren ébola necesitan una asistencia médica de la más alta calidad», destacó el doctor Crhis Dye, jefe del equipo contra el ébola de la OMS.
Sin embargo, «deja abierta la cuestión de porqué lo niños de entre 10 y 15 años parecen ser menos vulnerables al ébola que los más pequeños o las personas adultas, este es un tema para futuras investigaciones». EFE