- junio 18, 2014
Los muñecos de dos jugueterías de Asunción amanecieron este miércoles vestidos de luto como símbolo de la tristeza por la mortalidad infantil en Paraguay, una de las más altas de la región, como parte de una campaña que aspira a despertar a la sociedad para salvar vidas.
Cada día mueren en el país cuatro bebés menores de 28 días, tres de ellos por causas prevenibles, según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). «La tasa de mortalidad neonatal (en Paraguay) es exactamente igual que hace veinte años», dijo a Efe Rosa Elcarte, la representante de la organización en el país.
Unicef, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), agencias de cooperación, sociedades científicas y el Ministerio de Salud han lanzado una campaña para atraer atención al problema, bajo el lema «Un bebé cambia la vida, su muerte también», que comenzó hoy con el gesto en las jugueterías.
Los organizadores han instado a la población a hacerse fotos con el mensaje #CeroMuertesEvitables y colgarlas en las redes sociales. Además, el jueves tendrá lugar el lanzamiento de una «movilización nacional» en un acto en el Palacio de López, la sede presidencia, en el que participará el mandatario, Horacio Cartes, según Elcarte.
«La campaña trata no solo de involucrar al Ministerio de Salud, sino a toda la población, empezando por las propias mujeres, que vayan al centro de salud», explicó la pediatra. También pidió a las empresas que las dejen salir para hacer los controles médicos del embarazo y que se instalen albergues para que mujeres de zonas rurales puedan estar próximas a los hospitales cuando se acerca el momento de alumbrar.
Cada día tres mujeres fallecen por complicaciones en el parto y en los días siguientes en Paraguay, como hemorragias, toxemia y complicaciones postaborto. El número de defunciones bajó de 164 por cada 100.000 nacidos vivos en 2000 a 89 en 2011, pero aun así Paraguay sigue siendo uno de los países latinoamericanos con peores resultados, según la Unicef.
La organización lo atribuye a las «tres demoras»: la demora de las mujeres en reconocer las señales del trabajo de parto y salir de casa, a veces por la ausencia del marido o de alguien que las ayude con los niños; la demora en llegar al hospital por la deficiencia del transporte; y la demora en ser atendidas allí.
Cuando la madre llega tarde al centro de salud y el bebé ya se encuentra en el canal de parto aumenta la posibilidad de complicaciones respiratorias, la mayor causa de muerte de los bebes, que también se exponen a nacer con discapacidades, dijo la pediatra española. Otro factor que afecta la salud del recién nacido es la falta de controles médicos durante el embarazo, indicó Elcarte.
La atención inadecuada a las parturientas en los hospitales es otra faceta del problema, por lo que el Ministerio de Salud ha iniciado un programa de capacitación. Se centrará inicialmente en los seis departamentos con las peores tasas: Alto Paraná, Guairá, Caaguazú, Canindeyú, Concepción y Ñeembucúm, según informó hoy el Ministerio.
Unicef cree que los datos que maneja pueden incluso subestimar el problema, pues considera que en algunos casos las mujeres dan a luz en sus casas y el niño muere por problemas en el parto.
«Nadie se entera ni que ha existido», dijo Elcarte. La representante de Unicef manifestó que es posible que al principio de la campaña las cifras empeoren, al incorporarse esos nuevos registros ahora ocultos, pero dijo tener esperanza de que una mayor conciencia de la sociedad contribuya a bajar la mortalidad. EFE