Swarovski, 120 años de lujo con cristal tallado

  • Swarovski celebra un aniversario redondo, la historia de una firma identificada con el lujo, el glamour, pero también con la tecnología y la innovación.

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    La firma austríaca de joyas celebra su 120 aniversario ligada con fuertes vínculos al mundo del diseño, la moda, la joyería y el cine, además de la arquitectura. Cinco pilares sobre los que sostener un imperio de cristal tallado reconocido en todo el mundo.

    Diseño de Balenciaga de 1958 con cristales de Swarovski. Archivos Balenciaga/EFE

    Diseño de Balenciaga de 1958 con cristales de Swarovski. Archivos Balenciaga/EFE

    Cuando en 1895, Daniel Swarovski inventó una máquina de precisión para tallar y pulir el cristal nunca imaginó que la firma llegaría a formar parte de la historia del cine o de la moda, un sector en el que Swarovski se movía como pez en el agua al tener relación con los grandes modistos del XIX, en especial con el denominado padre de la alta costura, Charles Frederick Worth.

    Reinas, como Victoria de Inglaterra, actrices como Marilyn Monroe, dentro y fuera de la pantalla, han utilizado sus delicados diseños, o modelos han formado siempre parte de una clientela de élite que supo ver cómo el cristal cosido en sus prendas las realzaba o como la bisutería fuera un complemento deseado para los eventos más estelares como para convertir un acto informal en algo extraordinario.

    En la moda

    En los años felices 20, marcados por una estética libre y sensual, en la que los locales de jazz estaban a rebosar de mujeres deseosas de bailar y brillar, Swarovski se convirtió en un complemento de cabecera de diseñadores como Jeanne Lanvin, Madeleine Vionnet y Jean Patou.

    En la década siguiente, el visionario austríaco se lanzó a la innovación textil y patentó una cinta cuajada de cristales, un complemento que ayudó a que los creadores pudieran insertar en las telas más cristales en menos tiempo.

    En los 50, Coco Chanel, Elsa Schiaparelli y Cristobal Balenciaga definieron a la mujer con siluetas los nuevos códigos de vestimenta de la época con siluetas femeninas y delicados bordados de cristal.

    Cuando la década concluía, Swarovski creó el efecto Aurora Boreal en el cristal ante las que Christian Dior sucumbió. A partir de ahí firmas de alta costura como Prada, Dolce & Gabbana, Lanvin y Oscar de la Renta utilizan este tipo de cristal para adornar sus colecciones.

    La técnica Hot-Fix (cristales termoaplicables), otra novedad, permitió a los diseñadores aplicar el cristal directamente a las telas sin necesidad de engarce. Mientras que las perlas con núcleo de cristal, que son casi indistinguibles de las naturales, siguen formando parte de algunos de los mejores diseños.

    De la colaboración en 2012 con la artista Yoko Ono nació un cristal exclusivo en forma de llave y, un año después, la firma creó el cristal llamado Maison Martin Margiela Crystalactite, una forma de cristal única inspirada en las estalactitas y creada con la vanguardista firma de moda francesa.

    En el cine

    Los cristales de Swarovki debutaron en la gran pantalla con Marlene Dietrich y “La Venus rubia”; “Los caballeros las prefieren rubias” con una Marilyn Monroe cantando “Los diamantes son los mejores amigos de una chica” marcó una etapa que culminaría, en una época dorada del cine con “Desayuno con diamantes”, y la elegante tiara que lucía Audrey Hepburn en la primera imagen de la película frente al escaparate de Tiffany’s.

    Imagen cedida de marylin Monroe en "Some like it Hot", mirando joyas de Swarovski (1959).EFE

    Imagen cedida de marylin Monroe en «Some like it Hot», mirando joyas de Swarovski (1959).EFE

    Más recientemente, Nicole Kidman lució maravillosos trajes en “Moulin Rouge”, mientras que la firma de alta costura Rodarte, utilizo toda su imaginación y buen hacer para lograr nada menos que con 250.000 cristales de Swarovski el dramatismo necesario que requería el vestuario de “Cisne Negro”.

    “Cenicienta”, la última aportación de Kenneth Branangh del popular cuento de hadas, ha sido otro de sus éxitos, al crear junto a la diseñadora Sandy Powell, los icónicos zapatos de cristal, además de adornar con 1,7 millones de cristales los maravillosos trajes que aparecen en la película.

    En la arquitectura

    Después de la moda y el espectáculo, Swarovski no estaba preparado para estancarse, en su afán por ir abarcando diferentes aspectos de la creación hasta llegar a la arquitectura y al diseño de interiores, fiel a su máxima: “mejorar constantemente lo que es bueno”.

    Lámparas de Swarovski en el Palacio de Versalles. París. EFE

    Lámparas de Swarovski en el Palacio de Versalles. París. EFE

    Fue en 1966 cuando la empresa emprendió su camino en el mundo del diseño cuando Austria, como gesto de gratitud por la ayuda prestada por Estados Unidos para su recuperación tras la Segunda Guerra Mundial y regaló al Lincoln Center 40 lámparas de araña conocidas como “Sputniks” por su forma de estrella.

    A partir de ahí, nació Swarovski Lighting desde donde se ofrecen soluciones a medida para arquitectos y diseñadores. Nombres como Zaha Hadid, Tom Dixon y Tord Boontje han reinterpretado con Swarovki las arañas de cristal.

    Y tan solo hace dos años, los diseñadores industriales de interiores Ronan y Erwan Bouroullec, crearon el Lustre Gabriel, una araña de cristal de 12 metros de alto suspendida sobre la escalera Gabriel en el Palacio de Versailles de París (Francia).

    120 años, una historia de presencia llena de destellos, brillos de opulencia, glamour, trabajo e investigación. EFE

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